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Colectivo Ciudadano Carrillo Puerto

Federico Arreola : Entrevista

Entrevista a FEDERICO ARREOLA, AUTOR DE LAS RAZONES DEL DESCONTENTO

Ganamos con los votos, pero no supimos evitar el fraude

Fustiga el lamentable papel de algunos periodistas y empresarios

Hombre cercano a López Obrador durante el proceso electoral del año pasado, el periodista presenta en su nuevo libro una bitácora personal de la campaña del tabasqueño y afirma que éste acabará siendo "presidente formal" en 2012 "o antes"

ARTURO CANO


El periodista Federico Arreola, cercano colaborador de Andrés Manuel López Obrador en 2006 Foto: Guillermo Sologuren

Ganamos porque Andrés Ma-nuel López Obrador obtuvo más votos y perdimos porque no supimos evitar el fraude. Así resume Federico Arreola Castillo, en la página 77 de su nuevo libro, el recuento y el análisis que contiene Las razones del descontento, una bitácora personal de campaña, escrita en buena parte al calor del campamento en el megaplantón del Zócalo capitalino. Arreola, quien formó parte del equipo más cercano de López Obrador durante la pasada campaña presidencial, sostiene que la coalición Por el Bien de Todos nunca desestimó las posibilidades de una "trampa": "Sabíamos que nos querían ganar con un fraude y al final no lo pudimos impedir". Aunque evade examinar algunos elementos considerados cruciales en el resultado del 2 de julio de 2006 ("no sé si cuidaron bien o mal las casillas"), Arreola afirma que, asesorado por expertos, logró documentar lo sucedido en la elección presidencial. "Creo que demuestro que hubo un gran fraude y ahí está, aunque quizá sea la parte más densa y aburrida del libro". De ahí que Arreola no tenga ninguna duda en que el político tabasqueño "ganó la elección", aunque también asegura que "hubiera ganado con más ventaja sin televisión".

A lo largo de la campaña, explica el columnista y ex director de periódicos, él insistió en que no se gastara "tanto dinero en la televisión". A Arreola le había parecido muy bien que López Obrador dijera, luego de rendir protesta como candidato del PRD, que no se iba "a vender como papas fritas ni como Coca-Cola". Pero la mayoría en el equipo de campaña consideró prioritario estar en los medios electrónicos, de modo que se gastó mucho en televisión y dio muchas entrevistas de radio, en contraste con las muy escasas concedidas a los medios impresos. "Sun Tzu dice que el general exitoso analiza el terreno, y si le conviene pelear en ese terreno lo hace, y si le conviene al rival, entonces no. Y el terreno de la televisión era de ellos, del PAN, del PRI y del gobierno. Ahora lo estamos viendo con una crudeza tremenda. Televisa trabajaba y trabaja para el gobierno."

Los "villanos" y los "miserables"

-Cuando Adolfo Aguilar Zinzer publicó su libro sobre la campaña de 1994, Cuauhtémoc Cárdenas dijo: "Creí haber contratado un vocero, no un biógrafo".

-A mí no me contrató nadie. Colaboré en una tarea específica, que era buscar recursos. Lo escribí porque me lo pidió la editorial, además es mi derecho y no estoy haciendo la biografía de Andrés Manuel ni lo trato mal. Alguien me dijo que me iba a pasar lo mismo que a Aguilar Zinser: "Te van a acusar de traidor". Bueno, yo no estaba de acuerdo con el plantón pero cuando se acabó chillé, me gustó, y no creo que haya dañado a nadie. Yo lo hubiera cortado antes y proponía otras cosas. Me decía Jesús Ortega: "A los que no estamos de acuerdo nos van a acusar de traidores", y bueno, a mí me da güeva eso de andar acusando a la gente de traición, además, no creo estar traicionando a Andrés. Claro, tampoco lo consulté para hacer el libro, y si lo hubiera consultado me hubiera visto como loquito.

Su libro, dice Arreola, no es una porción de la biografía de López Obrador, sino más bien "la de algunos periodistas y de algunos empresarios. Desde luego, los villanos son Vicente Fox, Luis Carlos Ugalde, Felipe Calderón, Elba Esther Gordillo y otros. Pero los miserables, los peores, los que no tienen nombre son algunos periodistas y empresarios. Si bien creo que nos faltó, e incluyo a Andrés, acercarnos más a los empresarios y a los periodistas, la manera en que reaccionaron fue muy ruin".

-Hay periodistas que sostienen que lo único que hicieron fue defenderse de las "huestes bárbaras" del lopezobradorismo.

-Yo fui despedido de un periódico por estar en esto. No se defendieron de huestes bárbaras, porque no se atacó a nadie. Lo que hicieron fue entregarse al gobierno de una manera vergonzosa.

"¿Usted me va a pagar la cuenta?"

Conocedor del empresariado mexicano, poseedor declarado de una "ideología de derecha", Arreola examina en una porción de su nuevo libro el antilopezobradorismo "de la clase alta" de Monterrey y lo extiende en la charla a otros lugares. "Fue tremendo, muy dogmático, fanático, con mucho racismo y clasismo. Simplemente éramos los nacos".

Refiere, en la misma vertiente, que todavía ahora lo increpan. "Fui a un restaurante de Las Lomas con un empresario rico de Monterrey y un señor me preguntó qué hacía ahí un perredista. Tuve que responderle: '¿usted me va a pagar la cuenta?'"

Sin embargo, sostiene que hoy, a la luz de los resultados del gobierno de Felipe Calderón, sobre todo en materia de seguridad pública, los empresarios deben estar convencidos "de que algo no funciona en el país.

"Uno de los de la lista de Forbes me dijo después del 2 de julio: 'Chingao, es que con una o dos reuniones con López Obrador nos hubiéramos tranquilizado y no hubiéramos permitido lo que hizo el Consejo Coordinador Empresarial'. Esta persona pudo no haber promovido los anuncios ilegales, pero admite que los pudo haber parado, pero no lo hizo porque así convenía a sus intereses o porque lo convencieron de que López Obrador era un peligro".

La ausencia de Brad Pitt

Arreola fue uno de los rostros más visibles de la campaña lopezobradorista por su participación en debates televisivos. Con esas credenciales refiere que después del debate entre los candidatos, el equipo de campaña decidió que a las mesas de radio y televisión sólo irían los mejores. "Dijeron: tienen que ir los que hablen bien y que estén bonitos para que retraten bien en la tele. Yo pensé: 'No he visto todavía por aquí Brad Pitt, pero si está ya chingamos, vamos a ganar el posdebate'".

Sabedor de las críticas por sus participaciones en la pantalla, Arreola dice que no sabe si éstas "perjudicaban o no, pero tú contratas a alguien con virtudes y defectos, con costos y beneficios".

Un par de veces, cuenta el periodista, renunció a la campaña cuando le pidieron que dejara su columna en un diario. "Y luego López Obrador me pidió que no lo hiciera".

Ahora, añade, sigue haciendo lo mismo, como director de la revista El Chamuco y como socio de Luis Mandoki en la película que el director está realizando. "Ahí el creativo es Mandoki, y no sé si tenga o no críticas a López Obrador, ojalá que sí".

Porque, en todo caso, sostiene, "por más que se pueda criticar a López Obrador en trabajos como estos, al final es tanto el elogio que se le hace que sale ganando, y por mucho. Sí digo que fue un error haber menospreciado a los medios impresos, y también no haberse acercado más a los empresarios, pero también digo que éstos fueron unos hijos de la chingada, casi todos".

Al fin de cuentas, acepta Arreola, su libro, una visión personal, no revela las cañerías de la campaña lopezobradorista: "Cuento cosas que ocurrieron en algunas reuniones, sí, pero tonteras, no cuento nada que no se pueda saber".

Tepetitán y Magdalena

Arreola ha estado muy cerca de dos candidatos presidenciales: López Obrador y su amigo Luis Donaldo Colosio. En la entrada de su libro encuentra paralelismos entre ambos y dice haber aprendido de ellos que "la terquedad y el ánimo fluctuante son la madre y el padre de todas las gestas auténticas".

-Resulta muy forzada su comparación.

-No, son igualitos. Muy necios ambos.

-Uno del PRI, otro lo dejó. Uno del norte, el otro del sur. Uno salinista y el otro antisalinista. Uno de la UNAM y el otro del Tec.

-Magdalena de Kino y Tepetitán son dos puebluchos. Sí, del Tec, pero becado. Uno salinista y al otro lo mató el salinismo. Claro, Colosio declamaba y cantaba muy bien y Andrés no. Pero es la misma personalidad. Y ambos, como jefes, unos cabrones bien hechos, que son los mejores.

Y será por eso que Arreola ve presidente "formal" a López Obrador en 2012 "o antes".

"Se me hace muy difícil que la gente no termine premiando a un personaje congruente, que no se echa para atrás, que tiene muchas virtudes y defectos, porque es muy terco.", concluye Arreola.

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